23 may 2011

Llanto

Estás llorando. ¿Te pasa algo? La estación está llena. ¿Quieres consuelo? ¡Mierda! Nadie hace nada. Es como si estuvieras sola, frente muñecos grises, sin rostro, perplejos. Una masa sin alma. Amebas que se dejan llevar por la rutina. ¡Malnacidos! Te ignoran, y lo sientes. Lloras con más fuerza. Te puedo escuchar. Cubres tu rostro. Te golpeas, queriendo despertar y no puedes. Estas aquí, en medio de la nada, en una muchedumbre vacía. Sola. Una con tu dolor, tu única compañía. Lo sabes y la idea te corrompe. ¡Por Dios! Quiero abrazarte, consolarte. Tu llanto destroza mi alma. Quisiera secar tus lágrimas, tomarte en mis brazos, darte calor, pero la masa me aleja más de ti. Lucho, trato de avanzar, pero no puedo. Estoy a pocos metros. Te pones de pie, sigues llorando. Estoy más cerca. Corres empujando a todos. Ingresa el tren, y tú te vas con él.Ya es tarde, y ahora, si ahora, todos te ven. Tu llanto será su condena. Tu llanto fue mi adiós.

No hay comentarios: