28 abr 2011

Realidad

¿Es el sueño una realidad? Faustina no lo sabía. Todos los días vivía en esa constante incertidumbre, desconociendo si sus acciones realmente repercutirían en el mundo. Sentada, sola, frente a una gran pantalla, no lograba conciliar sus acciones. Lo que a simple vista parecía ser algo rutinario, no era más que un cúmulo de extrañas y terroríficas experiencias. Postales expresionistas que configuraban cada uno de sus días. Un peligroso limbo que lo acercaba cada vez más a esa profunda oscuridad. Un viaje sin retorno al que Faustina no temía, puesto que una ventana que se hallaba frente a ella, le revelaba que en realidad todo era normal. Un día, sumergida en esta desagradable incertidumbre y con mucho más miedo que antes, Faustina quiso salir de ese mundo. Miró nuevamente hacia su ventana y quedó maravillada. La luz que entraba por ésta era tan cálida, tan hermosa que le fue imposible no acercarse a ella. Por primera vez en su vida, Faustina se alejó de su pantalla y se dirigió a la ventana, su gran salvavidas. Hallándose frente a ella, cerró sus ojos y sintió como la brisa del viento se encontraba violentamente con su rostro. Era agradable. Por fin Faustina lograba esbozar una leve sonrisa. Todo andaba bien. Todo era normal. Su corazón ya no temía. ¿Sería éste el final de su pesadilla? Satisfecha nuevamente de haber salido de su largo limbo, Faustina abrió sus ojos y sólo vio oscuridad.

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